jueves, 28 de octubre de 2021

Lobesia botrana

 Lobesia botrana es una plaga que ataca principalmente el cultivo de vid, por ello se la conoce comúnmente como "la polilla de la vid".

Produce daños directos provocando pérdidas en la producción afectando además la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. También favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo. En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos). Además la uva de mesa con destino a exportación debe dar cumplimiento con tratamientos cuarentenarios internacionalmente aceptados que elevan el costo de producción

CICLO BIOLÓGICO

 Los huevos son colocados por la hembra sobre superficies lisas en forma aislada o en grupos de 2 a 3. Éstos son en un inicio blanquecinos para luego ir adquiriendo tonalidades amarillentas. 

La larva mide aproximadamente 1 mm de longitud. Pasa por cinco estadios larvales. 

La pupa es de color blanquecino, verde o azulado cuando recién esta formada, luego pasa a un color pardo oscuro. Está envuelta por un capullo blanquecino de textura sedosa. El tamaño varía con el sexo: hembra: 5 a 9 mm; macho: 4 a 7 mm.

El adulto tiene aproximadamente 10-13 mm de envergadura alar y 6-8 mm en reposo. En general presenta un color grisáceo. Las alas anteriores presentan ornamentaciones en mosaico (de color pardo – rojo- azul) contrastan con el tinte grisáceo mas o menos uniforme de las alas posteriores, que se mantienen ocultas en posición de reposo. No existe dimorfismo sexual y el diseño de alas es similar.

La primera generación ataca las inflorescencias, la segunda las bayas verdes, la tercera y/o  cuarta, las bayas en envero y en maduración. 

Pasa el invierno como crisálida o pupa en estado de diapausa. Los adultos presentan actividad máxima durante el crepúsculo, durante el mismo realizan vuelos, llamadas, acoplamientos, puestas y alimentación. Las hembras inician la postura sobre superficies lisas: las brácteas, los botones florales y raramente en el raquis de las inflorescencias, pámpanos y hojas. Una vez instalada la larva se protege con una envoltura sedosa, perfora los botones florales y se alimenta de los primordios estaminales y del gineceo. En la medida que cambian de estadio larval forman nuevos envoltorios sedosos comprometiendo mayor cantidad de flores. Concluidos los cinco estadios larvales forma la pupa o crisálida fuera de las inflorescencias, preferentemente en las hojas.

En la segunda generación, las hembras ovipositan en las bayas verdes, en las zonas más sombreadas de los racimos o en el punto de contacto de dos bayas. A medida que cambian de estadio perforan otros granos que unen mediante un tejido sedoso, refugiándose en el interior del hollejo vacío de una de ellas.

En el tercer ciclo, la postura se realiza sobre las bayas  en maduración. El comportamiento es similar a los ciclos anteriores, pero las larvas inician su proceso de empupamiento bajo la corteza o ritidomis o en los tutores o palos de sostén, pero no en las partes verdes de la planta. Temperaturas primaverales y estivales anormalmente elevadas aceleran los procesos y es posible que se inicien otra generación. Otros factores que afectan el desarrollo de esta plaga son: el fotoperíodo, (que provoca la entrada en diapausa) el viento y la lluvia afectan negativamente los vuelos.

    

El Control Fitosanitario comprende aquellas actividades de control químico-biológico y cultural para la plaga, en las áreas con presencia de la misma. Estas medidas son implementadas con el objetivo de lograr la erradicación de la plaga en las áreas con baja presión de la misma y la supresión en las áreas con alta presión, mediante la utilización de técnicas ambientalmente sustentables.
De acuerdo a la normativa vigente, los productores que poseen los establecimientos productivos en las áreas mencionadas tienen la obligatoriedad de realizar los controles fitosanitarios de la plaga.
El control fitosanitario de la plaga, se realiza mediante la utilización de la Técnica de Confusión Sexual (TCS) en combinación con productos fitosanitarios de muy bajo impacto ambiental y la implementación de prácticas culturales como la cosecha completa y la poda.

    

    

Si bien la vid es su hospedero primario, la Lobesia puede hospedarse y producir daños en otros cultivos como cerezo, arándano, damasco, duraznero, morera, manzano, peral, ciruelo y olivo. En algunos lugares de Chile, por ejemplo, los productores de arándano y ciruelo están obligados a hacer control de la plaga.



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